Ejemplos de prosopografía
Los cuentos, poemas, obras de teatro y otros tipos de géneros literarios se basan en personajes. En la mayoría hay protagonistas y personajes secundarios. Hoy te contaremos qué es y ejemplos de prosopografía.
¿Qué es prosopografía?
Prosopografía es la descripción de personajes dentro de una obra literaria. Se trata de un recurso del tipo figura retórica que es ampliamente usado y que hace parte importante de muchas obras, sobre todo de las novelas y cuentos.
Es con la prosopografía que nos imaginamos a los personajes, los idealizamos y logramos entender aún más las historias en torno a ellos.
Estas descripciones mencionan rasgos físicos de personajes como seres humanos, seres místicos, animales o máquinas. Las palabras usadas en la prosopografía pueden ser exageradas, justas o basadas en otros recursos literarios.
No se debe confundir con con la etopeya, que es la descripción de los rasgos internos o psicológicos.
Lo cierto es que el autor plasmará su intención al describir cada personaje. Él decidirá si quiere exaltar las características de un personaje para que lo imaginemos hermoso, feo, fantástico, etc., o una mezcla de todo lo anterior.
Ejemplos de prosopografía
Estos son algunos ejemplos de prosopografía en obras famosas.
- «Su nombre es Dulcinea; […] su hermosura, sobrehumana, […] sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura nieve…»
- «Aun ahora, con su elevada estatura, barba rizosa y bien cortada, los ojos animados y brillantes y el cutis sin arrugas, sería aceptado por muchas mujeres».
- «Riendo, con su doble fila de dientes blancos, con su cara atezada y sobria, su cabeza pelada y su mechoncillo en la frente… […] Llegaba en mangas de camisa, sin corbata ni cuello, casi mojado aún de su chapuzón en la corriente».
- «Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas; las cejas delgadas y alçadas; la nariz mediana; la boca pequeña; los dientes menudos y blancos; los labios, colorados y grosezuelos; el pecho alto; la redondeza y forma de las pequeñas pecho de la mujer, ¿quién te la podría figurar?, que se despereza el hombre cuando las mira…»
- «El aspecto externo de Momo era un poco extraño […] Era pequeña y bastante flaca, […] el pelo muy ensortijado, negro como la pez, y parecía no haberse enfrentado nunca a un peine o unas tijeras. Tenía unos ojos muy grandes…»
- «Otli tenía el pelo corto y erizado, rojo como una zanahoria, y las orejas gachas de soplillo. Era delgado y alto con la piel llena de pecas. Pero no los graciosos puntillos que caen tan bien en las narices respingonas de las chicas».
- «Su cara casi perfectamente redonda, una cara parecida a la de una muñeca china tallada en madera: tenía la nariz ancha y chata; sus ojos eran rasgados e inclinados, semejantes a las hojas del bambú…»
- «Era don Cayetano un viejecillo de setenta y seis años, vivaracho, alegre, flaco […] era miope y corregía el defecto con gafas de oro montadas en nariz larga y corva. Detrás de los cristales brillaban unos ojuelos inquietos, muy negros y redondos…».
- «Este que véis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada, las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes…».