Ejemplos de felicidad
La felicidad está considerada como una de las emociones más arraigadas en el ser humano, ya que a través de ellas tenemos la capacidad de experimentar la posibilidad de llegar a tener una vida plena y saludable.
La felicidad es una sensación muy compleja para explicar y entender, esto se debe a que no todos somos felices de igual manera.
Sin embargo, el psicólogo Matin Seligman, fundador del conocido movimiento de psicología positiva afirma que existen 5 elementos imprescindibles si se quiere ser feliz, ellos son: compromiso, significado, placer, relaciones y logros. Estos forman el acrónimo PERMA, el cual da nombre a la teoría Seligman.
Es cierto que están presentes algunos aspectos que pueden llegar afectar nuestra felicidad, porque escapan a nuestro control, pero así mismo existen acciones que podemos poner en marcha para darle auge a las buenas sensaciones.
Ejemplos de felicidad
Entre los ejemplos más apropiados y conocidos que debemos poner en práctica para alcanzar la felicidad se encuentran:
Frecuentar espacios abiertos
Visitar espacios abiertos es una manera de disfrutar del tiempo, sobre todo si nos logramos rodear de espacios naturales donde podamos caminar, oxigenando nuestros pulmones con aire puro y fresco, lo que ayuda en la preservación de nuestra salud mental.
Está demostrado que solo con lograr apreciar imágenes de la naturaleza, el cerebro se estimula de manera positiva, generando felicidad y positivismo, lo cual redunda en una ansiada estabilidad emocional.
Cuando decidimos salir de casa o logramos exponernos al sol, este ayuda a nuestro cuerpo en la producción de vitamina D. Está comprobado que los bajos niveles de vitamina D, la cual se encarga de ayudar a nuestro organismo en la absorción del calcio que requiere el sistema óseo, tienen estrecha relación con la tristeza y la depresión, según estudios hechos por expertos en la materia.
Ejercitar el cuerpo
Los seres humanos estamos muy claros en cuanto a los beneficios de ejercitar el cuerpo, ya sea a través de caminatas, la práctica de cualquier tipo de deporte, hacer yoga, la bailoterapia y otros tipos de ejercicios largos de enumerar.
Algunos prefieren acudir a los gimnasios, pero lo importante es que el ejercicio nos hace drenar y eso nos hace sentirnos mucho más felices, ya que la actividad física nos ayuda a producir anticuerpos y liberar endorfinas.
Estas pequeñas cadenas de origen proteico que son liberadas mediante la medula espinal, contribuyen a generar un estado bienestar, mejorando el humor y provocando un estado de calma y tranquilidad. Por esta razón, estudios hechos relacionados con la actividad física llegan asociarlas con una paz mental que genera felicidad.
Además, el ejercicio actúa como prevención contra la depresión y el estrés.
Dormir
Aprendemos desde pequeños que siempre debemos hacer lo que más nos gusta, siempre y cuando esto no interfiera ni perjudique al entorno. A muchas personas nos gusta dormir, ya que una buena siesta o descansar toda la noche es un método que nos hace sentirnos bien y nos genera felicidad.
Según estudios realizados por la Facultad de Medicina de Harvard, indican que si no descansamos lo suficiente esto puede convertirnos en personas con bajo optimismo y otros opinan que se ha demostrado que el descanso oportuno y bien realizado tiene una estrecha relación con una mejor salud mental y un optimismo a ser feliz.
Por ello se afirma, quien mejor descansa vivirá mejor y será más feliz.
La meditación
En algunas ocasiones meditar luce complicado, sobre todo, cuando cuesta lograr tener la mente en blanco, pero al hacerlo son grandes los beneficios que se pueden obtener con la meditación.
Con respecto a esto, se realizaron unos estudios de escáneres cerebrales a un grupo de participantes que habían acudido antes y después de ir al curso de meditación, durante 8 semanas.
Luego se logró determinar que las partes del cerebro que están asociadas con la compasión y con la conciencia habían tenido cierto crecimiento y que las partes vinculadas con los mayores niveles de estrés, lograron reducirse después de realizado el curso de meditación.
Escuchar música
Existe una propuesta con respecto a este ejemplo de felicidad que se le hace a una persona, con respecto a que intente molestarse o enfadarse mientras escucha cualquier tipo de música y se ha logrado demostrar que eso es imposible, ya que la ciencia ha podido corroborar que cuando se escucha música y se sale a bailar esto reduce los niveles de estrés promoviendo en el organismo una mayor felicidad.
Estudios publicados por departamentos de psicología positiva, tienden asegurar que si nos proponemos ser felices nuestra aspiración puede funcionar, ya que entre las actividades que se deben efectuar si queremos conseguir esa felicidad tan ansiada es escuchar música alegre, durante todos los momentos que podamos hacerlo.
Por ello se recomienda que, en todos los lugares, ya sea en el carro, en tu casa o en la oficina, procures escuchar música para que sonrías un poco más, ya que es relajante porque logra duplicar tu felicidad.
El agradecimiento es gratuito
Aristóteles decía: “que hacer el bien nos hace felices”. El agradecimiento está estrechamente relacionado con la sensación y el sentir de emociones positivas, ya que este genera un impulso de energía y de un gran optimismo.
Según estudios de Departamentos de Psicología, pertenecientes algunas universidades en el cual los participantes debían hacer una lista de todas las cosas por las cuales estaban agradecidos, esta actividad llegó a generar una gran expectativa, ya que muchos de ellos cuando comenzaron hacer el ejercicio se notaba en su rostro la sensación de alegría que los embargaba.