El discurso directo es aquel texto que exponemos entre comillas o con guiones de diálogo para mostrar lo que ha dicho otra persona. Digamos que es el contenido de las citas textuales o de los diálogos. Hoy veremos algunos ejemplos de discurso directo.

Se usan en cualquier tipo de textos, bien sea literarios o no literarios. Son una potente forma de darle fuerza, carácter o veracidad a los textos. Por ejemplo, en los artículos noticiosos se acostumbra a citar algún comentario de las personas implicadas o de autoridades. También ocurre en los cuentos o novelas, donde el autor crea diálogos entre los personajes, o como monólogos, que dan un contexto a las historias.

Los formatos de los discursos directos son:

  • Cita textual (con comillas o guiones de diálogo) + coma + “Dijo/recordó/exclamó/reclamó…”
  • Verbo de decir + dos puntos + cita textual:
  • Cita textual entre comillas.

Ejemplos de discurso directo

  • “El lunes iré a visitar a mi abuela, como cada semana”, dijo Martina.
  • — ¿Puedo hacerte una pregunta personal sin que te enojes? —, le preguntó Ricardo.
  • Juanita confesó: “Maestra, no hice la tarea”.
  • La jueza anunció:
  • — El juicio será suspendido si en 20 minutos no llega el fiscal.
  • — Hoy podríamos ir a tomar unos tragos después del trabajo—, sugirió Andreina.
  • — Me gustaría ir a la playa antes de irme de viaje a casa—, dijo María mientras miraba su teléfono.
  • El periodista informó:
  • — Las autoridades estatales afirman que la situación de peligro ha cesado—
  • — Mañana a primera hora tendrá el informe sobre su escritorio —, dijo el ingeniero.
  • “Me encantaría que este año vayamos a Roma”, le dijo Rodrigo a su esposa.
  • “La enfermedad de su padre está más avanzada de lo que esperábamos”, le dijo el doctor amigo de la familia a sus hijos, con mucho pesar.
  • La dueña de la empresa, preocupada, advirtió:
  • —Deberemos reducir los costos lo antes posible para evitar un recorte de personal.
  • Mientras sacaba el pollo del horno el padre gritó: “A lavarse las manos y a sentarse a la mesa que ya está lista la cena”.
  • — Quino es mi dibujante favorito—, dijo la joven, sin siquiera dudarlo.
  • “Me olvidé las ventanas abiertas”, exclamó la mujer, mientras se agarraba la cabeza con ambas manos.
  • “Deberá tomar este remedio cada 12 horas durante 15 días”, le dijo el kinesiólogo a la anciana, para luego añadir: “De todas formas, es muy importante que haga actividad física